YA SOY VEGANA

No puedo empezar con mayor ilusión a escribir este post. Sin duda puedo decir que no quepo en mi pecho con lo que vengo a contar. Ya os he hecho un gran spoiler en el título: si, POR FIN SOY VEGANA.
Y digo por fín porque como ya he contado algunas veces por el blog y como todas las personas que me rodean saben, emprendí este camino hacia el veganismo hace casi 3 años, cuando por esta época empecé a acercarme hacia movimientos animalistas y comencé a cuestionarme todo, mi realidad, mi entorno, mi ropa, mi comida: TODO. Esto sin duda me ayudó a empezar un camino (que no conocía por entonces) pero que fui descubriendo poco a poco que acabaría aquí, escribiendo este post en Verde que te quiero verde  y siendo Vegana.
Supe que estaba preparada para dar este paso cuando en la puerta de una tienda de pizzas, con ese olorcillo a pizza recién hecha (y entendéis perfectamente de que olorcillo hablo) dije que no, que no quería pizza con queso, que quería cenar vegano y que llevaba un rato sintiéndome mal porque realmente no quería comer queso, que no lo necesitaba (un argumento que usaba cuando empecé a hacerme vegetariana). Me fui a casa y cené espinacas con patatas bravas y aunque no suena muy emocionante me di cuenta de que si le podía decir que no a una pizza, podía decirle que no a cualquier cosa y sabiendo esto, si no daba el paso sería por egoismo y no por voluntad o motivación. A los días ya comencé a comentar con una sonrisa de oreja a oreja que ya era vegana.
La reacción de las personas de mi alrededor a las que he ido a contar muy ilusionada esta noticia ha venido junto a un “¡¡ENHORABUENA!!” ,“POR FIN”, “ME ALEGRO MUCHO MIRI” y frases por el estilo acompañadas de ilusión compartida y abrazos llenos de amor, porque detrás de toda esta felicidad, han existido momentos difíciles. No puedo decir que este proceso me ha sido fácil porque mentiría. Ha sido difícil. He vivido momentos de frustración y de impotencia cuyo único creador era el entorno, ya que como he repetido en alguna ocasión, dentro de mi familia no encuentro mucho apoyo. No os voy a engañar, mis padres no tuvieron la misma reacción, ni cuando me hice vegetariana ni esta vez. Nada más lejos de la alegría.
He pasado por fases muy diferentes y hay algunas que me gustaría compartir con todas vosotras. Una de ellas es la fase de “la vegana deprimida”. Empecé a ser vegetariana por motivos animalistas, tras ver muchos videos de mataderos y diferentes realidades de la industria cárnica, ya no me podía separar del proceso psicológico que conlleva ver lo que realmente es una hamburguesa, y pasé por una fase muy dura de sentirme muy triste respecto a lo que sufren todos los animales que se encuentran en ella. Me juzgaba a mi misma por no sentirme preparada para ser vegana. Me escondía en nochevieja de toda mi familia porque en el horno había un cochinillo y no podía verlo. Me negué a ir a celebraciones familiares en restaurantes del tipo “El mesón segoviano” donde toda mi familia iba a comer cordero, solo quería ir al postre y no ver nada. Sin duda, se me hacía una montaña cuesta arriba y más en esta fase de hundimiento constante. Me repetía a mi misma y a todo el mundo que me rodeaba que quería ser vegana pero que sentía que no podía, que no era mi momento. Tenía miedo a sentirme juzgada por otras veganas que por suerte me apoyaron un montón.
Voy a ser clara: esta fase es una mierda.
Obviamente tenemos que ver videos de la realidad, saber lo que nos ocultan o lo que no queremos ver porque si lo viéramos… pero esta fase de “Vegana deprimida” no me ayudaba ni a mi, ni a los animales. ATENCIÓN FRASE HAPPYFLOWER PERO CIERTA: No se puede cuidar el mundo si no te cuidas a ti misma primero, no se pueden realizar activismos hacia el exterior si partimos de punto negativos interiores que solo te llevan a caer en el pozo. Nunca se encontrará el camino si no se busca desde la calma. Este consejo fue el que más me ayudó y de corazón espero que os ayude a todas vosotras, porque hoy escribiendo este YA SOY VEGANA, soy consciente de que este mismo proceso fue el que pasé para ser vegetariana y ya se me había olvidado. Pensaba que nunca iba a ser capaz de dejar de comer animales y han sido 2 años y 3 meses. Pensaba que nunca iba a ser capaz de dejar de ser ovolactovegetariana y ¡Aqui estoy! Super emocionada con un post que se me está haciendo más largo de lo que creía, por lo que buscando la despedida solo quiero dar las gracias a todas las personas que me han apoyado con este proceso y compartiros la ilusión por este camino, escucharos a vosotras mismas, cuidaros y en momentos de debilidad, reforzaros con documentales que os recuerden por qué decidisteis ir a contracorriente de la sociedad.
“Somos la esperanza de los animales”.

Comentarios

Entradas populares